Marlaska no preparó ningún dispositivo para atajar los botellones con el fin del estado de alarma
Pese a las 1.000 intervenciones que se hicieron sólo en Madrid no había un plan policial concreto para el cambio de situación
En Cataluña, con competencias policiales, los Mossos colaboraron para atajar las fiestas callejeras
El sábado a medianoche era la hora marcada el rojo y los lugares a controlar eran más que obvios: entre Madrid y Barcelona sólo esa noche se sancionaron a más de 1.600 personas, sin embargo, mientras que el Departamento de Interior catalán reforzó el trabajo de la Guardia Urbana de Barcelona con un dispositivo especial de los Mossos d’Esquadra, en Madrid, comunidad autónoma sin policía propia, el Ministerio de Interior, que actúa a través de la Delegación del Gobierno, no reforzó la vigilancia. Las imágenes de conductas irresponsables llenando las calles de personas haciendo botellones en la vía pública para celebrar el fin del estado de alarma.
Todos los cuerpos policiales de España estaban avisados y de hecho todos tenían preparado un dispositivo especial en previsión de lo que pudiera pasar en el momento exacto del decaimiento del estado de alarma. La noche del sábado al domingo, justo a medianoche, se levantaban de manera súbita las restricciones que afectaban a la movilidad y los horarios para poder estar en la calle. Con algunas excepciones que contaban con el visto bueno de sus tribunales superiores de Justicia, como por ejemplo la Comunidad Valenciana, la vista estaba puesta en Madrid y Barcelona.
De hecho, durante la semana previa al final del estado de alarma, este periódico supo que el Departamento de Interior del Gobierno de Cataluña estaba ultimando un dispositivo especial para apoyar a la Guardia Urbana ante lo que se les venía encima a los policías locales de la Ciudad Condal con la previsión de botellones y aglomeraciones por el final del estado de alarma.
Y los datos le dieron la razón a los que decidieron inmiscuir a los policías autonómicos en las tareas sancionadoras y de control de reuniones ámbito habitual de la Guardia Urbana y de otras policías locales.
Sólo en Cataluña se han impuesto 600 sanciones relacionadas con comportamientos posteriores a la desactivación del estado de alarma. Pero es que solamente en Barcelona, la Guardia Urbana desalojó de las calles a más de 1.600 personas en una sola noche
Desde la medianoche del sábado hasta la del domingo, o sea en las primeras 24 horas fuera del estado de alarma, los Mossos y las policías locales han sancionado a unas 600 personas en Cataluña por incumplir las medidas de seguridad, como el uso de mascarilla y el distanciamiento social, y la Guardia Urbana de Barcelona junto con Mossos ha desalojado a 6.500 personas de la vía pública solamente en la ciudad condal. Ante estas cifras, el Govern catalán mantiene el dispositivo policial de cara al próximo fin de semana y se recalca que la eclosión vida en las últimas horas era algo tan esperado como evidente.
Mil sanciones
Pero sorprende lo ocurrido en Madrid, o más bien la lectura que se ha hecho de las imágenes vividas en la capital de España para lo que no se preparó ningún dispositivo especial de apoyo a la Policía Municipal. Desde el Ayuntamiento se ha explicado que tras el fin del estado de alarma se impusieron 650 sanciones por botellones además de otras 350 por no usar la mascarilla, además de las sanciones impuestas a locales por superar el aforo permitido o no respetar el horario de apertura.
La reacción a las imágenes de Madrid llegó primero desde la Delegación del Gobierno, cuya titular, Mercedes González, responsabilizó a la Comunidad de Madrid de los botellones, sobre todo en la capital. Sin embargo nada mencionó de la ausencia de apoyo ofrecido por parte de esta institución. Los propios policías locales lo han pedido. El área de Policía Local del sindicato CSIF ha solicitado este lunes responsabilidad ciudadana y el apoyo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para el control del ocio tras el fin del estado de alarma.
Desde el área de Seguridad del Ayuntamiento no han querido dejar pasar por alto las palabras de la delegada del Gobierno y la responsable del área, Inmaculada Sanz ha asegurado que «lamentablemente el Gobierno de España ha perdido un año en cuanto a haber regulado, en dar una alternativa, un ‘plan b’, a cuando pasara esto. Lo venimos denunciando los últimos meses, dejar a las comunidades autónomas en este marco de inseguridad jurídica. Estamos viendo cómo los tribunales están avalando en unos sitios sí y en otros puntos no. Se podía haber evitado e, incomprensiblemente, no se ha querido abordar».
Las fuentes consultadas por este diario aseguran que el control policial de botellones y locales de ocio es competencia de la Policía Local de Madrid, y eso es totalmente cierto. Sin embargo, para la inminente festividad de San Isidro ya hay un dispositivo de apoyo de Policía Nacional a los agentes de la municipal de Madrid. Por qué no se ha hecho lo propio este fin de semana es algo que debería contestar el Ministerio del Interior o su delegada en Madrid.